Todos sabemos que hay por ahí gente aprovechada que trata de estafar a los novios. Suele pasar con el catering, el local, la fotografía.... ¡y también los falsos sacerdotes!
Lo digo en serio. Hace poco un sacerdote amigo mío que trabaja en el Arzobispado de Lima me comentó que una novia se acercó a él a pedir que la Iglesia la divorcie (al parecer su "esposo" la trataba mal). El cura le explicó que no existe el divorcio en la Iglesia Católica (Sí, lo de "hasta que la muerte los separe" no es solo una frase romántica) pero que averiguaría si su boda fue válida (Siempre existe la posibilidad de que no lo sea por muchas razones). A la semana siguiente el cura le dijo a la novia "bueno, te tengo una buena noticia... ¡te estafaron! el cura que los casó no es un cura de verdad, por lo tanto ante Dios y ante la Iglesia nunca estuviste casada. Puedes casarte con quien quieras y cuando quieras ". Ya se imaginarán la extraña mezcla de alegría e indignación que sintió la pobre mujer.
Moraleja: Si en verdad valoran el aspecto religioso del matrimonio, tengan cuidado de quién los casa.
¿Cómo estar seguros de que se trata de un cura de verdad?
Si van a una Iglesia a solicitar que los casen, la posibilidad de que sea un falso sacerdote es nula. El problema suele ocurrir en las ceremonias religiosas realizadas fuera de un templo católico (campo, hacienda, playa, casa, etc) en las que el servicio de Catering incluye al sacerdote (a veces a precios de locura). Si ya contrataron a un sacerdote desconocido para que los case exijan con anticipación que se identifique y corroboren sus datos en el Arzobispado de Lima (Espalda de la Iglesia Santa Rosa de Lima).